"Un juego sobre las grandes ambiciones y el escaso control de los impulsos". Ésta es la entradilla del juego de "rol" narrativo que nos propone su autor, Jason Morningstar, para nuestras reuniones de ocio.
Antes de nada me gustaría resaltar que Fiasco no es un juego de rol al uso, por dos motivos: primero, porque no precisa de un director de juego pues todos los jugadores participan con la misma autoridad en la narración, y segundo, porque el propio planteamiento del juego está más orientado a crear una historia tomando el control incluso de los personajes jugadores de tus compañeros que en interpretar sus personalidades o acciones.
Dicho ésto debo decir que personalmente no soy demasiado amigo de éste tipo de juegos como El Barón de Munchausen o El Club de los Martes ya que tienden a convertir el hilo conductor de la historia en algo confuso y porque requiere de unos jugadores muy concentrados en la partida (de los que no abundan).
Fiasco peca de ese mismo problema como todos los juegos narrativos modernos si bien hay que admitir que usa ese caos en beneficio propio, lo que permite crear historias con giros increíbles e ideas ligeramente descabelladas y no poco dramáticas.
Usando dos juegos de dados de 6 caras los jugadores construyen relaciones entre personajes, localizaciones de interés, objetos importantes y necesidades. Así, por turnos, los jugadores irán describiendo una escena que terminará bien o mal dependiendo de nuestro juicio o el del resto de los jugadores (y de unas reglas). Cuando termine una ronda completa de escenas habrá un giro en la historia orientado por unas tablas que proporciona el juego, y una vuelta de nuevo de escenas. Finalmente, según los dados que tenemos, el final será más o menos malo... los "buenos" apenas los veréis. Por algo se llama "Fiasco".
La duración de las partidas es de alrededor de 2-3 horas.
Cada "aventura" tiene sus propias reglas/tablas de relaciones y descripciones iniciales, y gracias a ello se pueden crear infinidad de historias de forma muy sencilla. Y lo admito, alguna de las partidas que he jugado con gente "seria" (pero divirtiéndonos con algunos de esos giros absurdos o relaciones estrafalarias) resultaron en narraciones dignas de recordar. Otras sesiones, sin embargo, resultaron más olvidables.
En definitiva, Fiasco sólo es apto para gente con cierta madurez narrativa (por decirlo de algún modo) y no para aquellos cuyo único objetivo sea explorar mazmorras y potenciar sus personajes. Y a pesar de tener los mismos defectos que los juegos de su género es un libro que por precio y potencialidad deberíais echar un ojo si os gustan este tipo productos.